Señales que indican que tu Gato no recibe suficiente amor

La independencia es uno de los rasgos más interesantes del carácter de los gatos, y convivir con ellos significa aprender a respetar sus propios tiempos y necesidades. Pero que los gatos sean naturalmente independientes no significa que necesiten menos cariño o que no disfruten del afecto de sus tutores.

Todo lo contrario, hay ciertas señales que indican que tu gato no recibe suficiente amor, y que debes saber reconocer para no perder su confianza y fortalecer vuestro vínculo. Veamos cuáles son esos signos.

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Cómo saber si tu gato no recibe suficiente amor

Antes de nada, derrumbemos el mito de que los gatos son unos seres antisociales que prefieren estar solos a que les molesten. Las interacciones con otros individuos son importantes y necesarias para la salud mental de los mininos, porque les permiten estimular sus habilidades cognitivas, sensitivas y sociales.

Si bien es cierto que algunos mininos son naturalmente más sociables que otros (porque la herencia genética sí influye en su carácter), la socialización es esencial para que todos los gatos aprendan a relacionarse de forma positiva con otros individuos, entornos y estímulos con los que convive o entrará en contacto a lo largo de su vida.

Y las interacciones más positivas para cualquier minino deberían darse con sus seres más cercanos. Por ello, tener un vínculo de confianza y afecto con sus tutores es de extrema importancia para que un gato se sienta seguro en su hogar y tenga un comportamiento equilibrado.

La carencia de este vínculo puede generar serios problemas de conducta e incluso depresión en los gatos, al igual que la falta de un enriquecimiento ambiental. Porque el amor de sus tutores es uno de los ingredientes esenciales de un ambiente enriquecido y favorable para el desarrollo físico y emocional de los gatos.

5 Signos que indican que tu gato necesita más amor

Ahora que ya entiendes la importancia de conquistar la confianza de tu minino y demostrarle tu afecto, es hora de que conozcas las señales de que tu gato no recibe suficiente amor y algunos consejos para revertir esta situación. Veámoslos:

Tu gato se “cuida” sólo

Aquí nos encontramos con otro de los mitos sobre los gatos, y es que, al contrario de lo que muchos piensan, los gatos no se cuidan ni se educan por cuenta propia. Aunque sean independientes, ellos dependen de nosotros (sus tutores) para tener una buena higiene, calidad de vida y salud.

Por ello, una de las formas más básicas y fundamentales de demostrar amor a tu gato es cuidándolo. En primer lugar, ello implica proveerles una adecuada medicina preventiva, manteniendo siempre actualizado su calendario de vacunas y desparasitaciones internas y externas, así como realizando consultas preventivas al veterinario una o dos veces al año.

Además, es muy importante cepillar regularmente su pelaje para evitar el cúmulo de bolas de pelos en su tracto gastrointestinal, y no descuidar su higiene bucodental para prevenir las enfermedades dentales que son muy comunes en los gatos. Esta rutina de cuidados preventivos también ayudará a reforzar el vínculo con tu minino.

Tu minino llora por las noches

Si tu gato se queda mucho tiempo solo en casa y, cuando llegas, no le das suficiente amor, lo más probable es que acumule mucha tensión y necesidad de afecto. En consecuencia, tratará captar tu atención cuando te desocupes de tus responsabilidades, es decir, cuando quieras ir a dormir.

Al igual que nosotros, los gatos tienen emociones positivas y negativas, y las expresan con diferentes gestos, acciones y sonidos. En este sentido, el llanto en los gatos es una forma de expresar tristeza, soledad, hambre o incluso dolor. De hecho, los gatitos recién nacidos suelen llorar cuando perciben la ausencia de su madre.

Tu gato no muestra interés de interactuar contigo

Si tu gato te quiere, sin dudas, te lo hará saber a su manera, es decir, amasándote, infiltrándose en tu cama para dormir contigo, tumbándose sobre tu pecho o incluso tu cabeza, mordisqueándote, ronroneando cuando está cerca de ti o cuando le haces caricias, o incluso trayéndote alguna presa de “regalo”.

Entonces, si nada de ello ocurre en el día a día de tu hogar, probablemente es porque tu gato no se siente lo suficiente motivado o seguro para buscar tu compañía. La ausencia de intentos de interacción o incluso cierta tendencia a aislarse, es una de las más evidentes señales de que tu gato no recibe suficiente amor y, en consecuencia, tampoco te demostrará su aprecio.

Si tu minino no mide esfuerzos para llamar tu atención

Mientras que algunos gatos se aíslan o tienden a ignorar sus tutores cuando no reciben suficiente afecto, otros harán todo lo posible para captar la atención de sus seres queridos. Son muchos los comportamientos y sonidos que tu minino puede llevar a cabo con este propósito.

Por ejemplo: mirarte fijamente, seguirte por todo el hogar, acostarse sobre tu portátil o teclado mientras trabajas, maullar constantemente o tener conductas extrañas para que le pongas atención, o incluso empujarte o patearte para que dejes de ignorarlo. Todas estas son señales más que obvias que tu minino necesita recibir más amor de tu parte.

Tu gato se vuelve destructivo o agresivo

Un gato que no recibe suficiente amor puede tener conductas poco habituales para captar la atención de sus tutores. Y cuando esta necesidad de afecto se prolonga, es decir, si dejas de brindarle cariño y cuidados por mucho tiempo, lo más probable es que se convierta en una fuente de estrés y ansiedad para tu minino.

Y entonces, una conducta que inicialmente podría parecer inofensiva (por ejemplo, derrumbar un objeto para llamar tu atención), tiene muchas probabilidades de evolucionar hacia un problema de comportamiento, como la destructividad o incluso la agresividad.

Para evitar que ello suceda, asegúrate de dedicar algo de tiempo de cada uno de tus días para jugar con tu minino (ideal si le presentas juegos de inteligencia) y darle las caricias que más le gustan. Y no olvides la importancia de un ambiente enriquecido para que tu gato pueda ejercitarse y entretenerse cuando no estés en casa.