Mi gato me sigue a todas partes ¿Por qué?

Muchas veces, los gatos nos sorprenden con sus comportamientos, ya sea por su derroche de energía o por sus tiernas y sinceras demostraciones de afecto. Por eso, si te preguntas ¿por qué mi gato me sigue a todas partes?, este artículo te interesa. En él desgranamos las principales causas por las que un minino se comporta de este modo.

La mayoría de las veces esta insistencia responde a motivaciones positivas como, por ejemplo, la búsqueda de juego, de compañía y afecto o a satisfacer su instinto de preservación, corroborando que todo lo que le rodea está identificado y bajo control. Sin embargo, pueden darse situaciones en las que esta persecución delate una patología.

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Principales causas por las que los gatos nos persiguen

Pueden darse circunstancias en las que por una enfermedad física o psíquica el gato trate de dar salida a ese dolor o estrés persiguiéndote. Es una forma de llamar tu atención, puesto que considera que sabrás cómo solventarlo. No obstante, esta conducta no es usual, los gatos prefieren esconderse y permanecer solos cuando sienten malestar físico.

Por tanto, observando su comportamiento y conociéndolo no te costará detectar las conductas inusuales. En ese caso, acude al veterinario y recibe su asesoramiento. Si la persecución fuera debida a una enfermedad, como decimos, estaría acompañada de otros síntomas que llamarían tu atención, como acicalarse en exceso, maullar o dejar de comer.

Los gatos nos siguen por seguridad

Cuando nacen permanecen junto a su madre las 24 horas. Ella les proporciona calor, alimento, seguridad, cariño y aprendizaje. Si lo piensas, como tutor, estás emulando el comportamiento de su progenitora y no es extraño que desee seguirte por toda la casa. Es su manera de explorar y conocer mundo de un modo 100% seguro.

Además, si te ve deambular para coger y dejar cosas, reforzarás este comportamiento en tu mascota, porque se verá estimulado a replicarlo. Es algo totalmente natural e inofensivo que no requiere que adoptes medidas correctivas. Al contrario, se trata de una reacción instintiva a la que debes contribuir a dar salida tal y como estás haciendo.

Los gatos nos persiguen para controlarnos

En su hábitat natural, los felinos necesitan patrullar y pasearse por su territorio para marcarlo y confirmar que todo está como debe. Trasladado a su hábitat doméstico, que te siga a todas partes, sobre todo, si en esos desplazamientos se frota contra ti, significa que te marca para recordarse que perteneces a su comunidad. Eres afortunado.

Nos hallamos ante otro comportamiento que no deberías neutralizar ni corregir, dado que, de lo contrario, tu gato vería comprometida su seguridad al no poder controlar el espacio que habita y que considera como propio. En consecuencia, su instinto le dicta que debe supervisarlo. Permitirle hacerlo a tu lado contribuirá a fortalecer vuestro vínculo.

Gatos que nos siguen por aburrimiento

Especialmente en el caso de los gatos que pasan muchas horas solos en casa y que no reciben suficiente estimulación, es natural que al regreso de las personas con las que conviven se muestren especialmente apegados e insistentes. Piensa que ha tenido tiempo para todo menos para el juego compartido.

Por eso, si además de seguirte, se lanza hacia tus piernas tratando de cazarlas, debes leer entre líneas que lo que le apetece es jugar. Las cañas con plumas o con una pelota suspendida son excelentes recursos para apelar a su instinto de persecución y acecho. Recuerda que la estimulación, física y cognitiva, es esencial para el bienestar del felino.

Tu gato te sigue por afecto

¿Sabes que los gatos cuantos más años conviven con una familia, más cariñosos se vuelven? Si te sigue a todas partes, está diciéndote que te aprecia, que lo que más le gusta es estar contigo y que eres su favorito. Confía en ti y a tu lado se siente atendido y querido. Necesita hacértelo saber de esta manera, sintiéndote cerca.

En este punto, cabe añadir que existen ciertas razas que son especialmente afectuosas y apegadas. Es el caso del siamés (conocido como el perro del mundo felino), del Maine Coon, del bengalí o del azul ruso, entre otras razas, que son consideradas las más cariñosas y de las que ya te hablamos en otro artículo.

Persecución felina por atención

Puede ocurrir que tu peludo no se despegue de tu lado porque necesita de tu intervención. Quizás tenga hambre y camine a tu lado maullando para reclamar su dosis de comida o quiera que recuperes su juguete, que ha perdido en un lugar inaccesible o peligroso para él.

Aunque sea una conducta menos frecuente, también puede tratarse de una llamada de auxilio si convive con otro gato y sabe que no se encuentra bien. Está pidiéndote que acudas a su rescate porque siente que sabrás hacer lo correcto.

En definitiva, salvo que observes que se solapa con comportamientos insólitos o poco saludables, no tienes de qué preocuparte si no sabes por qué mi gato me sigue a todas partes. Todas ellas son reacciones sintomáticas de un minino sano y feliz que busca dar salida a su energía y/o que desea hacerte saber lo mucho que te aprecia.

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