Socialización y refuerzo positivo en gatos

Si algo incide de forma directa y positiva en el comportamiento de los felinos, es la socialización. Tratándose de animales de compañía, constituye un aspecto que puede decantar la convivencia a la armonía o, por contra, al caos. Si acabas de acoger a un gato o el que tienes está rebelde, lo que vamos a explicarte sobre el refuerzo positivo te interesa.

En las próximas líneas vamos a mostrarte qué tipos de aprendizaje asociativo son más adecuados para los mininos, y por qué, y las razones que demuestran que es la estrategia de adiestramiento más beneficiosa para la salud integral de estas mascotas. Descubrirás cómo ponerlo en práctica para no dejar de sorprender a tu gato.

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Qué es la socialización

En el argot de la educación y del estudio de la psicología felina, la socialización es el periodo comprendido entre la segunda y la séptima semana de vida del minino en la que está biológicamente más receptivo a aprender. A través del juego, de las maniobras de acecho y de los mordiscos, el gatito aprende a relacionarse con su entorno.

Por lo general, entre los gatos que acogemos en nuestras casas, esta etapa es completada cuando aún permanecen junto a su madre y hermanos. A través de la imitación comienzan a tantear cuánta fuerza tienen, aprenden a coordinar y a orientarse. Se familiarizan con los olores, texturas y sonidos del espacio en el que habitan.

La correcta realización de la socialización, exponiendo al gatito a las personas, y animales si los hubiera, con los que va a convivir, prevendrá que en la edad adulta pueda desarrollar trastornos del comportamiento como la ansiedad, las conductas de huida, el nerviosismo o la agresividad.

Qué es el refuerzo positivo aplicado a los gatos

Los diferentes estudios que se llevan realizando a este respecto corroboran que, por su psicología, los gatos reaccionan mejor al refuerzo positivo que al negativo. Por tanto, al educar a tu minino, por ejemplo, para utilizar correctamente el arenero, siempre obtendrás mejores resultados (confiará más en ti) optando por el premio que por el castigo.

El condicionamiento operante en positivo aplicado a los felinos tiene que ver con reaccionar de un modo positivo (acariciándolo, dedicándole palabras de cariño, ofreciéndole su juguete o golosina favorita) solo cuando repite una conducta deseada. Si hace sus necesidades fuera de la bandeja, no deberías reñirle, sino dejarlas dentro y animarle a cubrirlas.

Los gatos tienen una memoria corta. Por tanto, cuando reproduzca aquello que deseas tu recompensa, además de ser de su agrado y suficientemente motivante, deberá ser inmediata. Todos los miembros de la familia debéis recompensar e ignorar las mismas conductas. De este modo, evitaréis la confusión en vuestra mascota.

como socializar a un minino

Tipos de aprendizaje asociativo en positivo

El refuerzo positivo a base de comida suele ser lo más efectivo al inicio del adiestramiento. Puedes decantarte por un trozo de hígado, de jamón dulce, por snacks oral care o por bocaditos preparados por ti mismo con los ingredientes favoritos de tu gato. Será una manera nutritiva, sabrosa y más económica de recompensarlo.

Cuando ya lo haya integrado, la eficacia del premio basado en la comida irá remitiendo. Será el momento de utilizar el refuerzo variable. Se trata de utilizar solo la mitad de las veces en las que tu gato repite un aprendizaje, la recompensa de la comida. La otra mitad de las veces deberías apelar a un premio más emocional (un rato de juego, por ejemplo).

Ante la incertidumbre de qué recompensa será la que utilizarás la próxima vez, tu gato se mantendrá estimulado y motivado a seguir aprendiendo. Cuando ya forme parte de su comportamiento deberás prescindir de los premios y retomarlos pasado un tiempo a modo de recuerdo.

¿Y el clicker?

Es probable que hayas escuchado o leído que el refuerzo positivo con clicker no aplica para los gatos. Nada más lejos de la realidad. Un estudio realizado en 2018 con gatos de un refugio constató que esta técnica de condicionamiento operante logró una mayor confianza en los mininos, así como un aumento de su interés en el aprendizaje exploratorio.

Aunque está más orientado a revertir pequeños vicios o muestras de rebeldía, también puedes emplearlo para enseñarle a utilizar el rascador, el arenero o a que no juegue con las cortinas. Recuerda establecer contacto visual con tu mascota antes de marcar con el clicker y felicitarle si lo hace bien.

Por qué debes utilizar, sí o sí, el refuerzo positivo

Los beneficios del refuerzo positivo en los gatos están muy documentados. Los etólogos felinos coinciden en que es la manera más efectiva y saludable de favorecer el adiestramiento de tu peludo para disfrutar de una convivencia feliz, añadiendo beneficios adicionales:

  • Los estudios demuestran que el refuerzo positivo propicia que el gato tenga una mayor predisposición a aprender, al no temer el castigo.
  • Aprenden más y en menos tiempo. Son más estables emocionalmente y están estimulados física y mentalmente.
  • Su comportamiento es cada vez más positivo.
  • El gato es feliz y está sano.
  • Refuerza vuestro vínculo, ya que tú formas parte de las asociaciones que debe realizar para aprender.

En definitiva, la socialización y el refuerzo positivo logran gatos más saludables y predispuestos a aprender, lo que redunda en una convivencia más gratificante. Su salud integral se ve reforzada y la confianza que deposita en ti, aumentada. Solo necesitas dedicar unos minutos a diario a ello y ser consistente. ¿Puede ser más sencillo?

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