Sarna en gatos, tipos y tratamiento

Es probable que muchas personas asocien la tiña a los gatos y la sarna a los perros. Pero son dos enfermedades diferentes y los gatos pueden contagiarse de ambas.

La sarna es producida por un parásito de daña severamente la piel. Veamos desde SeñorDonGato como afecta la sarna a los gatos, cómo curarla, y si nos pueden contagiar los gatos a las personas al manipularlos.

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¿Qué es la sarna?

Llamamos sarna a una serie de dermatosis contagiosas producidas por diferentes especies de parásitos. Los parásitos que producen la sarna son ácaros, arácnidos al igual que las garrapatas, las arañas y los escorpiones, pero de un tamaño mucho menor, y en general invisibles al ojo humano. Según la especie de ácaro que la ocasione se clasifican los distintos tipos de sarna.

Tipos de sarna en gatos

Los humanos, los perros y los gatos compartimos algunas de estas especies de parásitos que ocasionan la sarna, pero estas son las que afectan a los gatos específicamente:

• Sarna notoédrica. Está producida por ácaros de la especie Notoedres cati. Habitan en el interior de la epidermis. El contagio es muy frecuente mediante contacto directo con otros gatos.
• Sarna otodéctica. Causada por Otodectes cynotis. Un ácaro que habita normalmente en el conducto auditivo externo, y ocasionalmente, sobre todo en infestaciones crónicas puede colonizar zonas adyacentes de la cara e incluso del lomo y la cola. Es muy frecuente, especialmente en colonias, cuya transmisión se inicia durante el periodo de lactancia y se perpetúa por el contacto cercano entre individuos que conviven en un mismo espacio.
• Sarna demodécica. El resposable es Demodex cati o demodex gatoi. A pesar de no ser una enfermedad de aparición frecuente, y de que no existe contagio asociado a la convivencia estrecha, sí está ligada a factores hereditarios. Por otra parte, su presencia en animales adultos suele ir ligada a enfermedades víricas como FeLV o FIV. Se trata de una enfermedad frecuentemente subdiagnosticada, debido a la variedad de síntomas que puede presentar.
• Cheiletielosis. Ocasionada por varias especies del género Cheyletiella. Se trata de ácaros que viven en la superficie de la epidermis, alimentándose de la queratina. La enfermedad puede cursar de forma inadvertida, por lo que la frecuencia es muy elevada especialmente en animales jóvenes, y además este parásito es capaz de permanecer en el medio ambiente durante largos periodos de tiempo.

¿Mi gato me puede contagiar de sarna?

Todos los ácaros que hemos mencionado viven de forma natural en la piel de gatos y humanos y forman parte de nuestra flora fisiológica que tapiza la piel protegiéndola. La sarna se produce cuando estos ácaros se empiezan a reproducir en cantidades masivas debido a un desequilibrio de nuestra piel o por contagio si tenemos un sistema inmune deprimido. Por eso son más comunes en cachorros o gatos adultos con virus inmunosupresores.

Del mismo modo, los niños, ancianos o personas inmunodeprimidas son más propensos a contagiarse si manipulan un gato enfermo de sarna, pero todos somos susceptibles a la mayoría de los tipos por lo que siempre debemos manipularlos con guantes, aislarlos de los gatos sanos y lavarnos las manos después de tocarlos.

La sarna es una palabra muy escandalosa con muchas connotaciones negativas para las personas. No debes deshacerte de tu gato, no es un proceso grave que ponga en peligro tu vida, se puede curar fácilmente con el tratamiento adecuado.

¿Cómo saber si un gato tiene Sarna? Síntomas

Los diferentes tipos de sarna producen diferentes cuadros clínicos, a veces difíciles de distinguir a simple vista en los gatos, y otras veces muy evidentes. Aun así, es preciso que el veterinario diagnostique que tipo de sarna se trata y si la infección está combinada con algún otro patógeno, ya que se deberá aplicar un tratamiento diferente en cada caso. Los signos comunes para la mayoría de tipos de sarna son:

• Prurito intenso (picor). El gato se rasca intensamente y con mucha frecuencia. Pero OJO, no todos los tipos de sarna causan picor.
• Lesiones erosivas autoinducidas por el rascado.
• Lesiones muy costrosas. La localización varía según el tipo de sarna, pueden estar localizadas en los pabellones auriculares, el puente nasal, la región periorbicular y otras partes del cuerpo.
• Otitis bilateral. Con mucho eritema y cerumen. Con abundante formación de exudado céreo de color marrón muy característico.
• Dermatitis miliar, alopecias simétricas o lesiones de granuloma eosinofílico en casos de hipersensibilidad al ácaro.

1. Lesiones descamativas (seborrea seca). Formación de caspa suelta entre el pelo.
2. Pústulas, úlceras exudativas, hiperpigmentación.
3. En raras ocasiones la única manifestación clínica puede ser una otitis bilateral o seborrea oleosa (en la raza persa).

Tratamiento para curar la sarna

Los más importante es que tu veterinario observe al microscopio los ácaros para determinar de qué especie se trata y si además se ha combinado con una infección bacteriana secundaria. Según el caso el tratamiento puede incluir:

• Ivermectina subcutánea en intervalos de 15 días. No debe utilizarse en gatitos menores de 4 meses.
• Selamectina en spot-on. Dos tratamientos con un mes de intervalo. Puede emplearse en gatitos, hembras gestantes o lactantes.
• Amitraz: en solución al 0,25% aplicado mediante fricciones semanales durante al menos 1 mes.
• Limpieza de la zona con champús queratolíticos para eliminar las costras.
• Milbemicina vía oral, una o dos veces por semana.
• Fipronilo en spot-on. Aplicación de 2-3 gotas en cada oído previa limpieza de los mismos con cerumenolíticos.
• Sprays de permetrinas.
• Limpieza del medio ambiente.
• Eliminación de pelo y detritus de las camas y zonas de descanso.
• Desinfección de utensilios como cepillos, etc.
• En casos de pioderma asociada, hay que utilizar antibioterapia sistémica y baños con champús bactericidas.