Mi gato me muerde si lo acaricio ¿Es agresivo?
Es probable que más de una vez tu gato te haya desconcertado con sus reacciones. Acariciarlo y recibir un mordisco es una de estas situaciones que no siempre sabemos cómo interpretar. Existen distintos tipos de mordida y sus motivaciones también son diversas. Si quieres saber por qué mi gato me muerde cuando lo acaricio, estás en el lugar adecuado.
En las siguientes líneas descubrirás cómo descodificar esta conducta felina y las causas que lo llevan a arañarte o a morderte cuando pretendes ser cariñoso con él. Deberás prestar atención a su lenguaje corporal para identificar si no está cómodo. Comencemos.
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Índice
Agresividad inducida por caricias ¿Qué es?
Es así como denominan los etólogos a esta reacción de responder con un mordisco a una caricia. En algunos casos, despliegan un comportamiento un tanto contradictorio para nosotros, en el que, por un lado, nos saludan frotándose contra nuestras piernas o manos y, por otro, rechazan nuestra atención. Parecen querer decirnos que ya tienen suficiente.
En su código de comunicación una cosa es el allorubbing (el saludo a través del marcaje, que evidencia una muestra de afecto) y otra, que les apetezca que los manoseemos de forma repetida.
Como norma general, lo recomendable es dejar que sea el minino quien se acerque para acariciarlo. Algunos ejemplares son más receptivos que otros y toleran de buen grado que los toquen de forma prolongada. Por ello, si es un cachorro, te desaconsejamos que refuerces los mordiscos, con tu sonrisa o con más caricias, cuando juegues con él.
El mordisco como autodefensa
Si acaricias ciertas zonas de su cuerpo, es más probable que responda con un arañazo, un bufido o incluso con un mordisco fuerte. No es que tu gato no te quiera, lo que sucede es que se siente amenazado o forzado y al no poder controlar la situación reacciona de este modo.
- La barriga, las patas y pies son las zonas de deberías eludir cuando lo toques.
El mordisco como juego
Como sabes, pese a que los mininos llevan siglos entre nosotros, en su ADN se mantiene intacto su instinto cazador. Y en este sentido, el juego es el modo en el que los gatos domésticos, sin acceso al exterior, entrenan sus habilidades para la caza. Esta es la razón por la que no te recomendamos que habitúes a tu cachorro al juego con tu cuerpo.
El mordisco del amor
¿Alguna vez te ha tomado la mano con sus patas y te ha mordido? Esta es, sin duda, una clara manifestación de afecto que los gatos llevan a cabo cuando se sienten relajados y a gusto con su humano favorito. Responde con este mordisco sin dientes a tus caricias. En algunos casos, incluso puede morderte la nariz en señal de amistad.
Mi gato me muerde ¿Cuándo debería preocuparme?
El miedo, cierta predisposición genética o una socialización mal acometida suelen ser las razones por las que los gatos se muestran algo beligerantes ante el contacto físico. Separar prematuramente al minino de su madre y hermanos impide que este pueda aprender a controlar su fuerza y su mordida, además de desencadenar otros trastornos de conducta.
En el caso de que tu peludo no haya recibido una correcta socialización, deberás actuar con cautela para ganarte su confianza. Generalmente, antes de morder suelen manifestar ciertas señales que deberían alertarte de su comportamiento. Nos referimos a la tensión en su cuerpo, al movimiento de la cola o al repliegue de las orejas.
Nunca lo fuerces al contacto ni le riñas, y menos aún le pegues. Respeta sus tiempos y sus preferencias. Prueba a adelantar tu mano, para que la huela, y acaricia su cabeza. Las orejas, las mejillas, la barbilla y el cuello suelen ser idóneas para acariciar a un gato, ya que desde allí liberan hormonas apaciguadoras. Las mismas que emplea para marcarte.
Tips para evitar que tu gato te muerda cuando lo acaricias
Como ves, son varias las razones por las que tu gato puede morderte cuando lo estás acariciando. Si tus interacciones con él son escasas y siempre terminan de la misma forma, te invitamos a que pongas en práctica las siguientes recomendaciones:
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Observa su comportamiento. Podría estar enfermo y el dolor que siente le lleva a comportarse de este modo. Fíjate en si actúa del mismo modo con todos los miembros de la familia o si concurren otros síntomas. El veterinario podrá sacarte de dudas y ayudarte a reconducir la situación.
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No le obligues al contacto físico. Quizás prefiera estar contigo jugando o durmiendo a tu lado. Desvía su atención, cuando te muerda, empleando juguetes. Las cañas o los objetos suspendidos son apropiados, precisamente, para apelar a su instinto de acecho y caza.
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Prueba a acariciarle la cabeza, el cuello y el lomo siguiendo la columna vertebral. El nacimiento de la cola es otra zona en la que las caricias son bien recibidas por la generalidad de los gatos. Recurrir a sus snacks favoritos es otra manera de propiciar el acercamiento.
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Permanece atento a su lenguaje corporal y cesa si lo notas tenso. Será la manera de respetarlo y de ganarte su confianza. El contacto físico llegará.
En definitiva, saber por qué mi gato me muerde cuando lo acaricio no tiene secretos. Basta con que mantengas la calma y dediques un tiempo a conocer el carácter de tu mascota. Si es cachorro, no lo acostumbres a jugar con tus manos. En el caso de que consideres que su comportamiento es agresivo, consúltalo con un etólogo para revertirlo cuanto antes.