¿Cómo saber si un gato tiene alergia alimentaria? Síntomas

Hasta el 15% de los gatos con alteraciones cutáneas pueden estar sufriendo una reacción adversa a los alimentos. Los gatos de cualquier raza, sexo y edad pueden padecerla, pero no siempre se trata de una alergia alimentaria. Aquí veremos los tipos de reacciones adversas y cómo se diferencian correctamente para que puedas saber si tu gato padece una alergia alimentaria y puedas hacer los cambios oportunos en su dieta.

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Tipos de reacciones adversas a los alimentos en gatos

Las dermatitis, entre otros síntomas que veremos más adelante, que son causadas por la ingestión de uno o más componentes de la dieta son consideradas reacciones adversas a los alimentos. Pero estas pueden estar mediadas por el sistema inmune (hipersensibilidad o alergia alimentaria) o no (intolerancia alimentaria).

En el caso de las alergias alimentarias en gatos, el sistema inmune reconoce una de las sustancias incluidas en la dieta como peligrosa para el organismo (sin que esta lo sea realmente) y pone en marcha una respuesta para destruirla. El problema es que esta respuesta inmune es exagerada e innecesaria y sus efectos van a ser nocivos para el organismo del gato, siendo los síntomas consecuencia de la liberación desmedida de histamina.

Por otra parte, en las intolerancias alimentarias no participa el sistema inmune. Si no que es el sistema digestivo el que se ve incapaz de procesar una sustancia determinada y se pondrá de manifiesto con más síntomas digestivos.

En el caso de los gatos se ha visto que los principales componentes que causan problemas son la carne de vacuno (30%), los lácteos (20%), el pescado (20%), el cordero (10%), el pollo (5%) y el trigo y la cebada (5%). La mayor parte de los gatos tiene alergia a uno o dos alimentos, aunque hay casos de hipersensibilidad múltiple.

Síntomas de una Alergia Alimentaria en Gatos

El síntoma más común que podemos apreciar en gatos con alergia alimentaria es el prurito (picor) que no está asociado a ninguna estación del año en particular. Usualmente es un picor intenso y constante, este puede ser generalizado o estar localizado a ciertas zonas, las más comunes son: las orejas, la cabeza, el cuello, las patas, las axilas, las ingles y el periné. Además, podremos ver lesiones secundarias al rascado: enrojecimiento de la piel, pérdida de pelo, úlceras, costras, hiperpigmentación.

En algunos gatos pueden aparecer manifestaciones digestivas: vómitos y diarrea. También pueden aparecer signos respiratorios concurrentes como tos crónica, rinitis y otros cómo conjuntivitis y otitis. Los síntomas dermatológicos no se pueden diferenciar a simple vista de aquellos ocasionados por dermatitis atópica o una alergia a la picadura de las pulgas.

¿Cómo saber sin un gato tiene Alergia Alimentaria? Diagnostico

Ante los síntomas que acabamos de describir podemos sospechar de una alergia alimentaria, aunque el proceso es indistinguible de la dermatitis atópica y por ello es siempre el veterinario el único que debe confirmar el diagnóstico. Para ello se hará una exploración exhaustiva al gato en la cual se pueden tomar muestras por raspado de su piel.

También es importante que respondas todas las preguntas que te realice el veterinario sobre lo que has observado en casa, el modo de vida de tu gato y su alimentación. Tras descartar que la causa sean parásitos externos como las pulgas, la tiña o la sarna entre otros, pueden ser necesarias otras pruebas como el análisis de sangre para descartar enfermedades sistémicas.

Una vez se ha reducido el abanico de posibilidades se puede proceder con la prueba que puede confirmar la alergia alimentaria: la dieta de eliminación. Esta dieta puede ser casera, y se compondrá de un solo ingrediente que el gato no haya comido nunca anteriormente: una carne, que puede ser de caballo, cabra, conejo, o pato. Alternativamente se pueden utilizar dietas comerciales a base de proteínas hidrolizadas en su totalidad. Pero las dietas mal llamadas “hipoalergénicas” o “con fuentes proteicas limitadas” no son útiles durante la dieta de eliminación.

La dieta de eliminación debe durar al menos 8 semanas, aunque en gatos se recomienda 12 semanas. Durante este tiempo el gato no debe ingerir nada más, y debemos ser muy estrictos con esto, ya que si no el periodo de prueba no habrá servido de nada. No debe tomar suplementos vitamínico-minerales, ni medicamentos con saborizantes, ni premios, ni juguetes masticables, ni ningún otro tipo de alimentos. Además, debemos restringir la salida del gato al exterior para evitar que cace animales salvajes o ingiera basura.

Si tras la dieta de eliminación se ha producido una mejora parcial o total de los síntomas se debe reintroducir la dieta original, para comprobar si reaparecen los síntomas en pocos días, lo cual confirmaría la alergia alimentaria.

Tratamiento de las Alergias Alimentarias en Gatos

El tratamiento se basa en la eliminación del alérgeno de la dieta del animal. Para ello debemos determinar que ingrediente/s era el causante. Lo que haremos es, tras la dieta de eliminación, reintroducir nuevos ingredientes, de uno en uno, cada 15 días. Si aparecen síntomas con uno de ellos se reinicia la dieta de eliminación hasta la mejoría y entonces se vuelve a probar con el ingrediente que los provocó; si reaparecen los síntomas, se confirma cómo alérgeno.

A largo plazo lo más cómodo es utilizar las dietas comerciales “hipoalergénicas” o “con fuentes proteicas limitadas” comprobando que no provoquen síntomas en el gato.

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