Gato Van Turco
Descubre la asombrosa leyenda de esta raza
Si algo caracteriza a estos majestuosos gatos, es su manto blanco y su gran tamaño. Al tratarse de una raza desarrollada alrededor de un lago, son felinos que se desenvuelven a la perfección en el agua y, de hecho, disfrutan del contacto con el líquido elemento. Aunque pueden llegar a ser algo dominantes, son muy cariñosos, sociables y juguetones.
Son una excelente elección para las familias con niños pequeños, ya que son muy pacientes y necesitan interacción. En el caso de convivir con otras mascotas, conviene socializarlos a temprana edad, puesto que tienden a ser dominantes y pueden llegar a intimidarlas. Los van turco son tan misteriosos como parecen. ¿Quieres conocerlos?
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Índice
¿Cómo es un auténtico gato Van Turco?
De gran tamaño, los gatos Van Turco llegan a alcanzar los 6-8 kg de peso y los 25-35 cm de altura. Las hembras suelen ser algo más pequeñas, pero en ambos casos se trata de mininos de cuerpo alargado y complexión robusta. Sus patas traseras son algo más largas que las delanteras y su cola es larga y está muy poblada.
Su cabeza en forma de cuña parece ligeramente inclinada hacia abajo. Llaman la atención sus ojos ovalados, de un precioso color azul o ámbar. Son recurrentes los casos de heterocromía (un ojo de cada color) entre los van turco. El pelo del Van Turco es semilargo, de un inmaculado blanco. Su cabeza y la cola suelen lucir otro tono (castaño, crema, rojo o beige).
¿Tiene el gato Van Turco buen temperamento?
Como decimos, los gatos Van Turco son muy amorosos, sin llegar a mostrarse tan apegados como para sufrir ansiedad por separación, activos y sociables. Disfrutan de la compañía tanto de los humanos como de otros animales. Sienten predilección por las alturas y por el agua y no suelen huir ante las visitas de los desconocidos.
No obstante, su territorialidad puede llevarlos a actuar de un modo caprichoso si conviven con otras mascotas y no han sido correctamente presentados. Demandan ejercicio y estimulación mental a diario, por lo que si vas a ausentarte durante varias horas deberás ofrecerle suficientes juguetes de inteligencia o un compañero de juego.
El gato Van Turco necesita mucha estimulación a diario para sentirse realizado.
De lo contrario, suelen estresarse y hacen notar su frustración comportándose de un modo anárquico y destructivo. Aunque se adaptan a todo tipo de hogares, prefieren los que tienen acceso a la naturaleza. También puedes compensarlo sacándolo a pasear con correa y arnés. Le permitirá estar en contacto con la naturaleza y te lo agradecerá.
¿Qué cuidados requiere la raza Van Turco?
Al margen de la estimulación diaria, a través del juego compartido, por ejemplo, empleando una caña o un juguete suspendido que pueda acechar, así como de los paseos por zonas verdes, los gatos van turco deben ser cepillados con cierta asiduidad. Unas 3 veces por semana, con el fin de que su pelo no se enrede y no se formen bolas de pelo muerto.
La higiene de ojos y oídos una vez por semana te ayudará a prevenir infecciones cómo la Otitis. Utiliza una gasa estéril humedecida en suero fisiológico y asegúrate de que los oídos quedan secos al terminar la higiene. Son algo compulsivos con la comida, por lo que, además de elegir un pienso de calidad, deberás racionarla espaciándola en dos tomas al día.
¿Cómo es la salud de un Van Turco?
Los van turco son, por lo general, mininos que gozan de una buena salud, llegando a alcanzar los 12-17 años de vida. A su vez, al tratarse de una raza en cuyo origen no ha intervenido la mano del hombre, no se les conocen patologías congénitas o hereditarias. Eso sí, por su manto blanco presentan cierta predisposición a padecer sordera.
Como gatos grandes que son, la miocardiopatía hipertrófica y la displasia de cadera pueden afectarles más que a otros gatos de menor envergadura. Igualmente, al ser tan glotones debes prevenir la obesidad, a través de la dieta y del ejercicio. Recuerda que es un factor que los predispone a otras afecciones (diabetes, miocardiopatías y daño articular).
Historia de la raza Van Turco
¿Sabes que, según la leyenda, los van turco fueron los ratoneros del Arca de Noé? Se dice que llegaron a su Turquía natal a través de esta arca tras el Diluvio Universal. Así, se trata de una de las razas felinas más antiguas que existen. De hecho, hallamos referencias a ellos en la época de los hititas, en el siglo XXV a. C.
Su nombre hace referencia al lago Van de Anatolia, en Turquía, de donde proceden. Como puedes suponer, lograron sobrevivir pescando. De ahí, su predilección por nadar y por jugar en el agua. Llegaron a EE.UU. en 1982 de la mano de una criadora inglesa y, en la actualidad, es una de las razas más populares que existen. La Fife la reconoció en 1985.