Gato Ragdoll

Su patrón colourpoint recuerda al siamés. Sin embargo, el ragdoll es más corpulento y tranquilo que el oriental. De hecho, es la raza más dócil que se conoce hasta el punto de someterse si convive con otras mascotas. Su temperamento dulce es idóneo para las personas mayores o para los enfermos. Por ello, es habitualmente empleado en terapia.

Los ragdoll son mininos que se hacen querer por la ternura y lealtad que demuestran. No obstante, conviene conocer más sobre su carácter y los cuidados que reclaman para averiguar si se trata del animal de compañía acorde a nuestro estilo de vida. De todo ello te hablamos en las próximas líneas.

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¿Cómo es un auténtico gato Ragdoll?

Los ragdoll son gatos de talla grande con cuerpo alargado y huesos anchos. Destacan su pecho ancho, su cola larga, gruesa y de punta redondeada y sus ojos ovalados de un azul que puede variar en intensidad. Los machos llegan a medir 30-45 cm de alto y a pesar entre 6,5 y 9-10 kg. Ellas son algo más pequeñas, con 25-40 cm de alto y 4,5-6 kg de peso.

Su cabeza es triangular y ancha, sus orejas, triangulares y siempre están erguidas. El pelo es de semilargo a largo, denso y muy suave al tacto. Al margen del patrón colourpoint, se admiten otros muchos, siendo el bicolor con la v invertida blanca en la frente y el mitted con guantes blancos en las patas y una raya blanca de la nariz a la frente los más vistosos.

¿Tiene el Ragdoll buen temperamento?

Los Ragdoll destacan por ser gatos sumamente cercanos, apegados, cariñosos y pacíficos. No toleran la soledad y necesitan sentirse acompañados y atendidos todo el tiempo. Por tanto, no son la mascota adecuada para las personas que disponen de poco tiempo. Se adaptan bien a los cambios en sus rutinas, así como a todos los tipos de familia y de vivienda.

Disfrutan sobremanera del juego con los niños y con otras mascotas y no huyen ante la presencia de extraños. Son inteligentes y agradecen que su familia juegue con ellos. A cambio, les gusta mostrar lo que han aprendido y lo que son capaces de hacer. Adoran las caricias y que los cojan en brazos, momento en el que se relajan y aflojan los músculos.

Cómo cuidar a un gato Ragdoll

Como decimos, cuando los ragdoll se sienten a gusto tienden a aflojar los músculos, lo que se siente como si pesaran mucho menos de lo que realmente pesan. Esta característica es única de esta raza y explica la denominación de ragdoll (muñeca de trapo en inglés). Sin embargo, también denota otro atributo menos positivo. Estos gatos no sienten dolor.

Por este motivo, conviene no dejarlos solo mucho tiempo. No siempre son conscientes de los peligros que pueden entrañar sus actos y pueden lesionarse o meterse en líos con facilidad. Su pelo, pese a ser largo, se mantiene con facilidad. Basta con cepillarlo 2 o 3 veces por semana y a diario en época de muda (primavera y otoño).

La hierba gatera o catnip y la malta para gatos les resultan de ayuda para prevenir los tricobezoares o bolas de pelo muerto en el estómago. Siempre van a preferir permanecer a tu lado a salir a explorar y a trepar. Por tanto, debes estimularlo a jugar para prevenir la obesidad y racionar su comida, por ejemplo, espaciándola en dos tomas a lo largo del día.

La inclusión de proteína de origen animal y de ácidos grasos omega-3 es prioritario para cuidar de sus órganos, articulaciones, piel y pelo. El contenido de cereales y grasas debe ser mínimo. El gato debe disponer de agua fresca y limpia a demanda todos los días. La higiene de ojos, orejas y dientes debe ser semanal empleando productos específicos.

¿Cómo es la salud de la raza Ragdoll?

Otra de las características físicas de los ragdoll es la presencia de un pequeño depósito de grasa en el abdomen en forma de michelín. Sin embargo, esto no es excusa para no vigilar su peso y mantener controlados el sobrepeso y la obesidad, a los que son proclives por su temperamento tranquilo y su gusto por la comida. Viven, de media, entre 11 y 15 años.

Como consecuencia de la endogamia practicada en su cría (suscitada por la gran popularidad y demanda en torno a estos mininos), son prevalentes varias patologías, de tipo hereditario y degenerativo, en esta raza. Nos referimos a las afecciones de tipo urinario, a la enfermedad renal poliquística y a la miocardiopatía hipertrófica.

Nada que las revisiones periódicas al veterinario no puedan detectar y contener a tiempo. Mantener al día sus vacunas y desparasitaciones, tanto internas como externas, favorecerá que el gato esté en perfectas condiciones y viva por muchos años con la calidad que merece.

Origen e historia de la raza Ragdoll

Ann Backer es la criadora a la que se atribuye el nacimiento de la raza. Su gata blanca, de nombre Josephine, una angora (o persa, no se sabe a ciencia cierta a qué raza pertenecía) fue cruzada con un Sagrado de Birmania, dando lugar a la primera camada de ragdoll en 1960. Sucedió en Riverside (California).

Años más tarde, Josephine sufrió un accidente y en palabras de Backer las crías que tuvo después fueron siempre más mansas y cariñosas que las anteriores. De ahí el talante tranquilo y dócil por el que son conocidos. La FIFe (la Federación Internacional Felina) reconoció oficialmente la raza en 1991 y la Cat Fanciers´ Association lo hizo en el año 2000.

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