Gato Sphynx o esfinge
Lo sabemos, su aspecto no deja indiferente a nadie. El Sphynx es la raza más popular y extendida de los gatos sin pelo. Si permaneces a nuestro lado, descubrirás que su carácter dista mucho de la apariencia de gato enfadado que muestra a simple vista. Igualmente, te mostraremos los cuidados que reclama para mantenerse sano y feliz.
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Índice
Así es el auténtico gato Sphynx
De tamaño mediano, tanto machos como hembras oscilan entre los 3,5 y los 7 kg de peso. Su cuerpo, poblado de calvas, deja al descubierto una piel arrugada que puede presentar cualquier coloración y patrón habitual en el resto de razas. Por tanto, puedes toparte, por ejemplo, con un esfinge atigrado o con manchas bicolor.
De porte estilizado, muestran unos músculos poderosos y bien definidos que los dotan de una apariencia robusta. En realidad, no es que carezcan de pelo. Su cuerpo está cubierto de una finísima capa de pelusa que resulta imperceptible a la vista, no tanto al tacto. Sus orejas son muy grandes, de base muy ancha y punta redondeada.
Sus ojos, también muy grandes y bien separados, recuerdan a limones y lucen tonos translúcidos muy expresivos. Sin embargo, lo que más llamará tu atención de su cara son sus prominentes pómulos, que evocan a los gatos que figuran en los murales egipcios. De ahí el nombre de gato esfinge o egipcio. Su cabeza es cuneiforme, más larga que ancha.
¿Cómo es el carácter de un Sphynx?
Pese a ese primer impacto visual que causan, los Sphynx no son, en absoluto, gatos enfadados o autoritarios. Todo lo contrario. Tienden a forjar un fuerte vínculo con su tutor y lo persiguen a todas partes. Incluso pueden mostrarse celosos e insistentes si consideran que este no les está prestando la atención que merecen.
Algo payasos, les encanta ser el centro de atención. Sin embargo, son pacíficos con otras mascotas y congenian con los niños. Eso sí, no toleran en exceso la soledad y son muy inteligentes. Por ello, conviene ofrecerles un compañero de juego y suficiente estimulación a diario. Si se aburre, no dudará en hacer de las suyas.
Son muy comunicativos. Emiten un maullido muy suave, algo persistente. Necesitan expresar su aceptación o aversión sobre lo que está sucediendo en su hogar en todo momento. Como estarás suponiendo, con un esfinge no te aburrirás. Antes de acogerlo deberías reflexionar sobre tu disponibilidad de tiempo, puesto que son muy demandantes.
Cuidados recomendados para un Sphynx
En línea con el apartado anterior, el principal cuidado del Sphynx es el relativo a la compañía y a la estimulación cognitiva. Aprenden rápido y se aburren con facilidad si no se les presta atención y el enriquecimiento ambiental es insuficiente. Por ello, además del compañero de juego y de los juguetes de inteligencia, son gatos aptos para realizar paseos.
La ausencia de manto tiene una doble implicación. Por un lado, te exige una atención diaria al estado de su piel. Deberás limpiarla empleando toallitas para evitar el exceso de sebo en las zonas con pliegues. Por otro, deberás protegerlo, con una crema específica para gatos, de la exposición al sol (podría quemarse) y de los contrastes térmicos.
Estos mininos son más sensibles a las bajas temperaturas y a las corrientes de aire. En los meses de frío, deberías evitar que tuviera contacto con el exterior y mantener constante la temperatura de casa. Sus requerimientos nutricionales son algo superiores a los de otras razas, precisamente por la necesidad de preservar la temperatura corporal.
Enfermedades comunes en la raza
La falta de una adecuada higiene semanal de sus orejas puede exponerlos a padecer ácaros u otitis. La gingivitis es también muy usual entre los esfinge. Sin embargo, las afecciones de mayor prevalencia son las que siguen:
- Las relacionadas con el corazón. La cardiomiopatía hipertrófica y la miopatía hereditaria son las más recurrentes.
- Las dermatológicas. Al estar más expuesta su piel a las condiciones ambientales, enfermedades como la urticaria pigmentosa o la dermatitis pueden hacer acto de presencia. Para prevenirlas, basta con que la mantengas limpia y seca, y evites vestirlo con prendas ajustadas.
Pese a lo que acabamos de explicarte, los Sphynx son gatos que gozan, en general, de una excelente salud y rondan los 8-14 años, de media, como esperanza de vida. Pese a carecer de pelo, no son una raza hipoalergénica. Su piel, saliva y orina producen una cantidad de Fel D1 similar a la de otras razas más peludas.
Origen e historia de la raza Sphynx
¿Sabes que su origen podría estar relacionado con los aztecas? También llamado esfinge o gato egipcio, las principales instituciones felinológicas lo reconocieron a mediados del siglo pasado, por lo que se trata de una raza relativamente joven.
Los primeros registros de esta raza datan de principios del siglo XX en Nuevo México. Sin embargo, su cría y consolidación como raza tuvo lugar en Toronto (Canadá) en el año 1966. Prune, un gatito negro sin pelo, es el primer ejemplar de esfinge conocido, fruto de una mutación genética.
No obstante, los cruces que se realizaron entre él y su madre, así como los posteriores, presentaron ciertas anomalías inmunes que obligaron a suspender su cría por un tiempo. Una vez resueltas, se retomó su cría y la TICA la reconoció como raza independiente en 1971. La CFA hizo lo propio en el 2002.