Gato Cymric

Descubre la raza Cymric, el Manx de pelo largo

Pocas razas resultan tan entrañables como el Cymric. Su apariencia redondeada y robusta recuerda a un peluche al tiempo que su temperamento sociable, cariñoso y juguetón lo convierte en idóneo para cualquier hogar, incluso si conviven niños u otras mascotas.

La característica física que más llamará tu atención de estos gatos es su ausencia, total o parcial, de cola. Un rasgo que comparte con el Manx, ya que, he hecho, se les considera de la familia con la salvedad de que los Cymric lucen un manto de pelo más suave, brillante y largo. Veamos todos los detalles de esta raza.

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¿Cómo es un auténtico Cymric?

Según nos indican desde la asociación felina española (ASFE), su cuerpo es corto, apenas alcanzan los 30 cm de alto, y rechoncho. Su cabeza es redonda, al igual que sus ojos, que son grandes y de tonos acordes a los de su manto. Las mejillas son prominentes y sus orejas, de base ancha y punta redondeada. Tienen un peso de entre seis y ocho kilos, algo menos las hembras que no suelen pasar de los cinco kilos.

El pelo es brillante, suave al tacto y tiende a hacerse más denso en el cuello y en el abdomen. Cuenta con una subcapa espesa y suave que es fácil de peinar. Se admiten todos los colores, excepto el patrón himalayo, el lila, el chocolate y las combinaciones de estos con el blanco. Su caminar es gracioso porque parecen hacerlo a saltos.

Esto es debido a que sus patas traseras son ligeramente más largas que las delanteras. Su falta de cola no es total en todos los ejemplares. De hecho, existen 3 variedades de Cymric:

  • Los Rumpy carecen totalmente de cola.
  • En los Stumpy sobresalen algunas vértebras.
  • En los Longy se atisba una cola, mucho más corta que la del resto de felinos.

¿Cómo es el temperamento de un Cymric?

Estos gatos son tranquilos, cariñosos y muy dóciles. Por ello, tanto su adiestramiento como la convivencia con ellos resulta muy armoniosa y sencilla. Tienden a forjar un fuerte vínculo con su dueño, al que no dudan en perseguir a todas partes. Son tan abiertos y simpáticos que no huyen ante la presencia de invitados desconocidos. Todo lo contrario, se acercan.

Les encanta interactuar y ser el centro de todas las miradas. Los Cymric tienen un carácter extrovertido que les hace disfrutar de la compañía de los humanos y de otras mascotas, así como de dormir en las alturas. Los objetos brillantes llaman su atención sobremanera y suelen coleccionarlos. Otro aspecto que caracteriza la conducta de estos gatos es su predilección por traerte objetos y su aversión por el agua.

Los Cymric son gatos pacíficos, pero activos que necesitan ejercitarse y recibir estímulos. Si te planteas acoger en tu casa un ejemplar de esta raza, deberás dedicar tiempo al juego compartido, algo que contribuirá, a su vez, a reforzar vuestro vínculo. Si dispones de jardín, se lo pasará en grande trepando por los árboles o persiguiendo todo lo que encuentre a su paso.

¿Qué cuidados necesita la raza Cymric?

Dado que el Cymric tiene un pelo es largo el cepillado asiduo es más que recomendable. Si es diario, mejor, pero en ningún caso debería descender de las 3 ocasiones por semana, especialmente durante los períodos de muda (primavera y otoño). Para el cepillado utiliza un peine de cerdas metálicas, largas y separadas.

Te aconsejamos ofrecerle malta para gatos o parafina cada 15 días con el fin de prevenir la formación de bolas de pelo, que podrían obstruir su aparato digestivo.

La higiene de ojos y oídos debe ser semanal. Basta con que humedezcas una gasa estéril en agua o en suero fisiológico.

El ejercicio diario y una dieta rica en proteínas, repartida en 2 tomas, facilitarán el control de la obesidad. Una patología a la que son proclives y que les causa varias afecciones secundarias, como veremos en el siguiente apartado. A partir de los 7 años de edad las visitas veterinarias son obligadas para supervisar su tensión arterial y la función renal.

Enfermedades comunes en los Cymric

La presencia del gen M propicia que alrededor del 20% de los Cymric, y de los Manx, padezca el síndrome de Manx. Dicho trastorno neurológico es congénito y cursa con espina bífida. Esto es, las vértebras de la medula espinal no se cierran y ello deriva en una mayor predisposición a desarrollar artrosis y problemas en la columna vertebral o en la cadera.

La espina bífida afecta a los nervios y acorta la vida hasta los 5 años. Sin embargo, también puede comprometer el normal funcionamiento del sistema urinario y de los intestinos, así como desencadenar la total obstrucción del ano. Los primeros síntomas suelen hacer acto de presencia a los 4 meses de vida.

Otras de las patologías más prevalentes en esta raza son la distrofia corneal, las infecciones de ojos, oídos y entre los pliegues de la piel y la obesidad. Esta última puede acarrear afecciones tan severas como la diabetes o el agravamiento de las anomalías óseas.

Historia y origen del Cymric

Los primeros Cymric vieron la luz en Canadá en la década de los 60. Su origen es ajeno a la intervención humana, puesto que nacieron dentro de camadas de Manx fruto de una mutación genética. Leslie Falteisek y Blair Wright son los responsables de su consolidación como raza.

“Cymric” significa “Gales” en la lengua celta y podría considerársele un homenaje de Falteisek y Wrigth a la génesis de sus ancestros, los Manx, que son oriundos de la isla británica de Man. La Asociación Internacional de Gatos (TICA) reconoció la raza en 1979, siendo una de las más antiguas que se conocen.

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