Cómo enseñar a tu gatito a usar el arenero
¿Sabes que el instinto cazador de los gatos juega a nuestro favor cuando queremos enseñarles a utilizar el baño? A diferencia de los perros, los felinos están biológicamente predispuestos a habituarse antes a utilizar la bandeja sanitaria. Por tanto, si te preguntas cómo enseñar a un gato a utilizar el arenero, es más sencillo de lo que piensas.
Esta rutina tan básica como necesaria es una de las primeras cosas que deberás enseñar a tu gato al poco de llegar a casa. Tras el requerido período de aclimatación a su nuevo hogar, deberás abordar este aprendizaje como parte de su adiestramiento. Si sigues las pautas que te proporcionamos a continuación, estamos seguros de que será pan comido.
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Índice
El uso del arenero en los gatos
A las 4 semanas de vida, los gatitos aprenden, imitando a su madre, a cubrir sus necesidades. Lo hacen para marcar el territorio que consideran les pertenece y para no ser descubiertos por su presa ni por sus depredadores. Este instinto cazador y de preservación propicia que sientan predilección por las texturas arenosas para orinar y defecar.
Por tanto, una vez cumplidas las 4 semanas de edad, será más sencillo acostumbrar al gato a ir a la bandeja sanitaria para hacer sus necesidades y ocultarlas. Si, por el contrario, el minino que acabas de acoger es adulto y tiene más accidentes de los esperables, no desesperes. Vamos a proporcionarte todas las claves para que revirtáis esa situación.
Cómo acostumbrar a tu gato a utilizar el arenero
Si de algo depende que el peludo interiorice correctamente esta rutina, es de acertar en la elección del arenero, de la arena y de su ubicación. Estar atento a su lenguaje corporal para colocarlo dentro de la bandeja, planificar sus horarios de comida y aplicar el refuerzo positivo ante cualquier avance completan las pautas necesarias para alcanzar el éxito.
La elección del arenero
De entre la enorme oferta disponible en el mercado te sugerimos que optes por los areneros fabricados en materiales fáciles de limpiar, como el plástico. Debe ser lo suficientemente alto como para que no caiga la arena al exterior, pero de fácil acceso para los gatos más jóvenes. Su amplitud debería permitirle girarse por completo sin dificultad.
Los areneros con laterales altos y techo resultan más higiénicos e íntimos, ya que preservan la dispersión de la arena y de los olores, gracias a su filtro de carbón. Sin embargo, a algunos gatos no les gusta no poder controlar lo que están sucediendo fuera mientras hacen sus necesidades. Su acceso puede intimidar a los más inexpertos.
La elección de la arena
Rehúsa la arena perfumada. A la inmensa mayoría de los mininos no les gusta, les resulta demasiado intensa. Es preferible que optes por una arena sin olor fina, que no lastime sus almohadillas, y aglomerante, para facilitarte la tarea de retirar sus necesidades, ya que quedarán compactadas.
Tampoco conviene que levante mucho polvo, inhalarlo podría irritar los pulmones de tu mascota, haciéndolo enfermar a medio-largo plazo. Vierte una capa de unos 4-7 cm de arena para favorecer que pueda cubrir sus necesidades con holgura. No te aconsejamos que varíes con asiduidad su arena, podría estresarlo. Elige una que sea fácil de encontrar.
La ubicación del arenero
Nunca coloques la bandeja sanitaria junto a su comedero y bebedero. Conviene situarlo en una zona apartada del ruido de los electrodomésticos y del tránsito de personas, de manera que pueda hacer sus necesidades con calma e intimidad. El arenero deberá estar siempre accesible, también cuando te ausentes, para que pueda acudir siempre que lo necesite.
Consejos para que aprenda rápido a usar el arenero
Como añadido a lo ya comentado, queremos que ahora prestes atención al paso a paso. Descubrirás interesantes recomendaciones que dan respuesta a las preguntas más frecuentes cuando acogemos a un gatito y debemos educarlo para mantenerlo estimulado y feliz, pero sin complicar la convivencia:
- Atiende a los momentos calientes en los que tu peludo puede necesitar ir al baño. Suele suceder a los 20-30 minutos de despertarse, de beber o comer y de jugar. Permanece atento a estos tiempos y llévalo al arenero. Actúa así si ya ha comenzado a hacerlo fuera. Incítalo a taparlo moviendo la arena con las manos.
- Si tiene un accidente y defeca fuera del arenero, coloca las heces dentro y deja que las cubra. Si no lo hace, hazlo tú con la ayuda de una pala.
- Si orina fuera del arenero, no le riñas y llévalo para que continúe. Nunca emplees lejía ni limpiadores con amoníaco, porque le recordarán el olor de la orina y volverá a hacerlo. Utiliza un jabón enzimático para eliminar todo rastro de olor.
- Si observas que sus accidentes tienen lugar en una área concreta, te animamos a que reubiques allí su arenero.
- Durante los primeros días, mientras lo está aprendiendo, puedes dejar intencionadamente algunos restos de sus necesidades para animarlo a utilizar el arenero. Fuera de esto, mantén lo más limpio posible este espacio y retira sus necesidades a diario.
- Reemplaza la arena una vez por semana y limpia el arenero con productos que no sean muy agresivos o abrasivos. Podrían lesionar sus ojos y su nariz por inhalación.
- Si tienes varios gatos en casa, cada uno deberá disponer de un arenero de uso exclusivo. A su vez, deberías disponer de un arenero adicional para prevenir accidentes. Algunos gatos prefieren un arenero para orinar y otro para defecar.
- Los gatos alfa impiden el acceso a su bandeja al resto de congéneres para hacer valer su jerarquía.
- Si observas que hay alguna bandeja sanitaria que no está siendo utilizada, puedes quitarla.
En definitiva, enseñar a un gato a utilizar el arenero es una rutina más que conviene abordar cuanto antes por el bien de todos los integrantes de la familia. Recuerda ser paciente y premiar cada pequeño avance hasta que este acto se convierta en algo completamente integrado por tu mascota. ¿Cuál ha sido tu experiencia?