¿Cómo detectar el Cáncer en Gatos?

En los últimos años, una mayor preocupación por nuestras mascotas ha hecho que les proporcionemos mejores cuidados y atención médica, gracias a esto, se ha incrementado la esperanza de vida de nuestros gatos. Pero los gatos más longevos también están predispuestos a más enfermedades asociadas a la edad, cómo lo es el cáncer. Es nuestra responsabilidad seguir proporcionándoles los mejores cuidados y la calidad de vida que merecen.

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¿Qué es el cáncer?

La palabra cáncer se utiliza para referirse a un amplio grupo de patologías que se caracterizan por un crecimiento celular anárquico. Las células cancerosas están alteradas y se dividen de manera exagerada, desorganizada y sin ningún tipo de control biológico. El crecimiento de estas células suele dar lugar a masas o bultos definidos, los tumores; pero también pueden aparecer de forma difusa, como las leucemias.

Los tumores pueden ser benignos o malignos: lo que hace a un tumor agresivo es su intensidad a la hora de invadir el tejido sano y destruirlo, así como su diseminación a otras partes de cuerpo que también invade (metástasis), son estos tumores malignos a los que nos referimos como cáncer.

Según el tipo de células que han dado lugar al tumor, se denomina el tipo de cáncer. Por ejemplo, un mastocitoma es aquel producido por la división descontrolada de mastocitos alterados.

Tipos de cáncer más comunes en gatos

Los linfomas o linfosarcomas son el tipo de cáncer más común en los gatos. Están compuestos por un tipo de glóbulos blancos, los linfocitos. Estos se concentran en los ganglios linfáticos, pero también circulan por todo el organismo, por ello los linfomas pueden aparecer en diversas localizaciones y lo suelen hacer en más de una a la vez: los ganglios linfáticos, el tracto gastrointestinal, los riñones, etc.

El carcinoma de células escamosas puede aparecer en su forma cutánea u oral. La primera forma está más predispuesta a aparecer por la exposición a los rayos solares y es más común en los gatos blancos o con poca pigmentación en la cara. La forma oral afecta a las células que recubren la boca, lengua, garganta y el tejido circundante.

El carcinoma mamario se desarrolla en las glándulas mamarias de las gatas (aunque también es posible que suceda en los machos). Suelen aparecer tumores en más de una mama y metastatiza con facilidad hacia los pulmones.

  • Otros tipos frecuentes en gatos son: mastocitoma, fibrosarcoma, carcinoma del tracto respiratorio, adenocarcinoma intestinal, osteosarcoma, etc.

¿Cómo identificar el cáncer en los gatos?

Es una cuestión difícil, ya que, debido a la gran variedad de tipos de cáncer, podremos observar todo tipo de síntomas dependiendo del caso. Además, los gatos son expertos en ocultar su malestar hasta que ya están muy graves.

Por ello, debemos estar alertas a cambios de comportamiento u otras alteraciones sutiles y acudir a revisiones veterinarias periódicas, ya que es especialmente importante detectar el cáncer en sus fases iniciales para que el tratamiento sea más efectivo.

  • Apatía, debilidad.
  • Falta de apetito y pérdida de peso.
  • Vómitos y/o diarrea.
  • Heridas que no cicatrizan.
  • Dificultades respiratorias (disnea, tos).
  • Dificultad para masticar.

También es útil que establezcamos una rutina de caricias o cepillado con nuestro gato y acostumbrarle a que palpemos todo su cuerpo en busca de alguna lesión en la piel o bultos.

Cómo diagnosticar el cáncer en felinos

El cáncer no posee ningún signo patognomónico (único para esa enfermedad) si no que comparte síntomas con diversas enfermedades según el órgano que esté afectado. Por ello es necesario la toma de muestras, ya sea mediante punción con aguja fina o biopsia, del tejido sospechoso, y el envío de estas a un laboratorio dónde el patólogo realizará el examen citológico y podrá determinar no solo si se trata de cáncer o no, sino también el tipo, su grado de malignidad y que tan avanzada se encuentra la enfermedad.

Además, se pueden realizar otro tipo de exámenes a parte de la exploración general, como la hematología. Esto es para conocer el estado general de gato, si tiene otras enfermedades concomitantes, o si el cáncer ha provocado otros daños.

Algunas pruebas de imagen como el TAC (Tomografía axial computarizada) o la resonancia magnética son especialmente útiles en el caso de tumores cerebrales, para determinar el grado de extensión de la masa neoplásica. Con este mismo propósito, aunque no tan precisa, es la ecografía, que se puede utilizar en otras localizaciones del cuerpo.

¿Cuál es el mejor tratamiento para curar el cáncer en gatos?

El objetivo del tratamiento del cáncer no es siempre la cura de este, ya que dependiendo del tipo de cáncer y su gravedad se decidirá si tratar o con que tratar, siendo el veterinario el único profesional capacitado para ello. Cuando se trata de tumores superficiales o accesibles mediante cirugía, se suele elegir como tratamiento la escisión del tumor con amplios márgenes y combinarlo con quimioterapia.

La quimioterapia tiene una mala imagen debido a sus efectos secundarios, pero esta no afecta de la misma forma a los gatos y su veterinario siempre tendrá en cuenta el costo-beneficio de la calidad de vida del gato. Suele ser muy útil para aplacar el cáncer, es fácil de administrar y no supone ningún sufrimiento adicional al gato, siendo muy pocos los gatos que no toleran el tratamiento.

En otros casos el objetivo del tratamiento puede ser el alargar la vida del animal mejorando o manteniendo su calidad de vida, en otros casos puede tratarse únicamente de cuidados paliativos, pero nunca el prolongar un sufrimiento que no tiene solución.

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