Gato Siberiano
Uno de los gatos que más llama la atención por su frondoso manto de pelo es el Gato Siberiano o Bosque de Siberia, como también se le conoce. Este gato grandullón es sumamente cariñoso y juguetón, un perfecto compañero de vida que amenizará las tardes de juego con los peques de la casa, con los que puede pasar grandes ratos entretenido. Su mirada cautiva al instante, con unos ojos grandes, redondos y penetrantes.
El gato siberiano se ha convertido en uno de los gatos más solicitados a nivel mundial. Sigue leyendo para descubrir cuáles son los motivos. Descubrirás todas las características de la raza y alguna curiosidad que te sorprenderá.
Índice
¿Cómo es el Gato Siberiano?
El gato Siberiano es de tamaño medio-grande, puede llegar a pesar los 9 kg. Tiene un cuerpo ancho y robusto, con la espalda un poco arqueada en el lomo y una barriga grande que se asemeja a la forma de un barril. Sus patas son anchas y musculadas. Pero no te dejes engañar, es más ágil de lo que aparenta a simple vista.
Las orejas tienen las puntas redondas, al igual que sus ojos que además de redondos son grandes, de color amarillo o verde.
El pelo es corto cuando nacen y semilargo en la edad adulta, muy denso y brillante. Una peculiaridad es que su capa exterior es impermeable y llega a perderla casi en su totalidad durante los meses de verano. Todos los colores están aceptados en la raza, pudiendo estar combinados con blanco o sin él. No se admiten el color chocolate y el lila.
Así es el carácter del Gato Siberiano
Tienen un carácter muy sociable y cariñoso que les hace perfectos para la convivencia con personas de cualquier edad, sobretodo con niños. Su adaptación se extiende a otros gatos y otros animales, con los que no tendrá problemas para convivir. Para ello es importante que estén bien socializados desde pequeños.
Agradecen el juego en cualquier momento del día, más cuando se trata de juegos que les estimule mentalmente. Son activos y bastante ágiles a pesar de su corpulencia. Pero cuando llega el momento de estar tranquilos, son capaces de adaptarse y rebajar su nivel de actividad.
Con desconocidos suelen mostrarse algo tímidos en un principio. No tardarán en perder la vergüenza y pasearse alrededor de la persona invitada para reclamar alguna que otra caricia.
¿Qué cuidados necesita un Gato Siberiano?
El cuidado principal que necesitan es su precioso manto, que tiene que ser cepillado de forma periódica, por lo menos 3 veces por semana. La zona del vientre requiere especial dedicación para evitar nudos, ya que es donde tiene el pelo rizado y más espeso. No se aconseja bañarles para no eliminar la capa de grasa que recubre su pelo, protegiéndoles del frío.
Un pienso de calidad, adaptado a cada una de las etapas de crecimiento, ayudará a mantener su buen estado de salud. Es necesario seguir las indicaciones sobre la cantidad de comida para evitar que su peso suba por encima de lo recomendado. No les debe faltar el ejercicio diario durante al menos 30 minutos para mantenerse activos.
Enfermedades comunes de la raza
No se conocen enfermedades hereditarias. Esto se debe a que lleva poco tiempo viviendo en cautividad y aún no las ha desarrollado. Son gatos muy resistentes y longevos, que pueden vivir tranquilamente más 20 años.
Historia y origen del Gato Siberiano
El Gato Siberiano proviene de Rusia, concretamente de los bosques de Siberia, nombre con el que también se conoce a estos felinos. El cruce entre gatos domésticos llevados desde Europa y gatos salvajes siberianos dio como resultado estos gatos de gran tamaño y pelo acondicionado para soportar las bajas temperaturas de su país natal.
La información más antigua que se ha encontrado corresponde a una exposición de gatos celebrada en Inglaterra en el año 1871. Aunque se cree que sus orígenes se remontan muchos años atrás. Fue en la década de los 80 cuando se la reconoció oficialmente como raza y se registró, por primera vez, una camada procedente de una pareja de gatos siberianos.
Curiosidades del Gato Siberiano
Es uno de los gatos que menos alergia provoca en el ser humano. Sus glándulas sebáceas, a diferencia del resto de los felinos, no producen la proteína molecular Fel D1. Esta proteína es la causante del 80% de las alergias y se encuentra en la saliva, en la piel y en la orina del gato.
Otra curiosidad es que es una de las pocas razas de gatos a las que les encanta jugar con el agua. Y no solo eso, sino que son unos estupendos nadadores.
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