Hipertiroidismo en gatos
El hipertiroidismo es una enfermedad multisistémica que se deriva de una producción y secreción excesiva de las hormonas tiroideas tiroxina (T4) y triyodotironina (T3). Es la patología del sistema endocrino más común entre los gatos a partir de los 8 años de edad. Al afectar a todo el organismo puede tener consecuencias graves, pero con un tratamiento adecuado se puede controlar e incluso curar. Veamos en detalle todas las características de esta patología.
Índice
¿Qué es el hipertiroidismo felino?
Los gatos que cursan con esta enfermedad tienen una glándula tiroides que trabaja de forma excesiva. La glándula tiroides es la encargada de producir las hormonas tiroideas, las cuales se encargan de incrementar la tasa metabólica basal, es decir, incrementan el metabolismo de grasas y colesterol, la absorción de glucosa, la síntesis de proteínas, estimulan el ritmo cardiaco y el flujo sanguíneo, así como el crecimiento del pelo.
Estas funciones tan importantes se ven descontroladas debido al exceso de las hormonas tiroideas y acaban “estresando” al sistema circulatorio, digestivo, etc. Lo que acaba provocando alteraciones físicas graves.
¿Qué causa el hipertiroidismo en los gatos?
En la gran mayoría de los gatos con hipertiroidismo se puede encontrar un tumor benigno en uno o ambos lóbulos de la glándula tiroides, pero también es posible (<5% de los casos) que se trate de un carcinoma (cáncer).
El desarrollo del hipertiroidismo en felinos se puede ver propiciado por diversos factores, pero aun así no hay una causa concreta que se haya determinado. Los factores que influyen son:
- La dieta: la cantidad de yodo ingerida con la comida influye en el desarrollo de la enfermedad y se ha demostrado que la comida enlatada duplica el riesgo de padecerla (posiblemente por los materiales de la lata y no por la comida en sí). También existen algunos alimentos comerciales a base de pescado o hígado con altas cantidades de compuestos bociógenos (glucósidos goitrogénicos), los cuales pueden inducir una hiperplasia de la glándula.
- La raza: las razas Siamesa e Himalaya tienen una mayor predisposición a la enfermedad.
- Existen otros factores que no en todos los estudios se ha demostrado una relación con el desarrollo de la enfermedad y por ello son menos aceptados: algunos insecticidas presentes en fármacos antiparasitarios, la arena para gatos o el sexo del animal.
Síntomas en gatos con Hipertiroidismo
Al ser una enfermedad que se desarrolla con el tiempo y que es más común en animales mayores, se pueden confundir los síntomas, con síntomas propios del envejecimiento, por ello debemos estar atentos a:
- Una pérdida de peso gradual (ocurre en el 98% de los gatos con hipertiroidismo)
- Incremento del apetito
- Nerviosismo
- Hiperactividad
- Incremento de la sed y la micción
- Vómitos y diarreas
- Taquicardia y soplos cardiacos
- Pelaje en mal estado o zonas alopécicas
- Intolerancia al calor.
Aunque estos son los signos más comunes en gatos con hipertiroidismo, existe una forma apática que se da en el 25% de los casos, en estos gatos no veremos la clásica hiperactividad sino todo lo contrario: apatía, debilidad, depresión, falta de apetito.
Por ello son importantes las revisiones veterinarias periódicas en los gatos de edad avanzada, en las cuales se pueden vigilar los niveles de hormonas tiroideas.
Diagnóstico del hipertiroidismo felino
El veterinario es el único que puede realizar un diagnóstico correcto de hipertiroidismo. Es necesario que se complemente la información de los síntomas y de la exploración general con los datos obtenidos en el examen hematológico, bioquímica sanguínea y sobre todo de la valoración hormonal, donde se hace presente la elevación de las hormonas tiroideas:
- T4 total basal (T4T)
- T4 libre basal (T4L)
- T3 total (T3T). Se puede realizar un test de supresión con T3 (La administración de T3 suprime la liberación de T4 en animales sanos, pero no en los hipertiroideos).
- Concentraciones bajas de TSH.
Es normal encontrar un bulto en la palpación del cuello, este es el nódulo de la glándula tiroides agrandada, también es común la hipertensión, hemorragias en la retina, alteración de las enzimas hepáticas y renales y de los parámetros sanguíneos (hemoconcentración).
¿Cómo se trata el hipertiroidismo en los gatos?
El tratamiento del hipertiroidismo puede ser médico, quirúrgico y/o con radioterapia:
- El tratamiento quirúrgico consiste en extirpar la glándula tiroides, siempre tratando de conservar al menos una de las glándulas paratiroides, aunque se trate de un tumor bilateral.
- El tratamiento de radiación con Yodo 131 es el tratamiento de elección para todas las formas de hipertiroidismo, especialmente cuando las cirugías son inviables. Pero este compuesto no está disponible en todos los centros veterinarios.
- El tratamiento médico se debe realizar de forma inicial independientemente de que se vaya a escoger otro método, esto es para estabilizar al gato de las alteraciones metabólicas y cardiacas con las que cursa y para reducir la producción de hormonas tiroideas que son tan elevadas que podrían intoxicar al gato durante la cirugía.
El tratamiento quirúrgico junto con la terapia de yodo radiactivo permite conseguir una curación total de la enfermedad, mientras que el tratamiento médico no resuelve el hipertiroidismo de forma permanente, sino que lo controla mediante la toma diaria de fármacos antitiroideos. El fármaco más utilizado es el metimazol, que actúa bloqueando la producción de hormonas tiroideas.
El tratamiento médico debe ser controlado de por vida ya que las dosis pueden variar según cambie el estado del animal. Inicialmente se debe hacer una monitorización cada 2 semanas, y una vez reestablecidos los niveles hormonales pueden irse espaciando en el tiempo. Además, cualquier tratamiento siempre se debe complementar con una dieta baja en yodo, ya que la deficiencia de yodo en el organismo ayudará a impedir la síntesis de las hormonas tiroideas.